La Plaza del Castillo de Pamplona es un lugar histórico y emblemático que ha sido testigo de importantes acontecimientos a lo largo de los siglos. En esta plaza, se encuentran tres cafés que forman parte de la historia y la tradición de la ciudad: Café Bar Torino, Café Kutz y Café Suizo. Estos establecimientos han sido lugares de encuentro y referencia para los pamploneses y visitantes, y han dejado una huella imborrable en la cultura y el ambiente de la plaza.
Café Bar Torino
El Café Bar Torino, también conocido como Milano en la novela the sun also rises/fiesta de Ernest Hemingway, es uno de los cafés más antiguos de la Plaza del Castillo. Su historia se remonta al siglo XIX, cuando se estableció como un lugar de reunión para artistas, intelectuales y bohemios. En sus mesas se han gestado importantes conversaciones y encuentros culturales.
El Café Bar Torino se caracteriza por su ambiente acogedor y su decoración clásica. Aquí se puede disfrutar de un buen café y de una amplia selección de bebidas y aperitivos. Además, el local cuenta con una terraza en la plaza, desde donde se puede disfrutar de las vistas y el ambiente único de la zona.
Café Kutz
El Café Kutz es otro de los establecimientos emblemáticos de la Plaza del Castillo. Aunque ya no se encuentra en funcionamiento, su historia y su legado siguen presentes en la memoria de los pamploneses. Ernest Hemingway disfrutó de este café en 1953, y lo menciona en su novela the sun also rises/fiesta.
El Café Kutz era conocido por su ambiente bohemio y su decoración vintage. Era un lugar de encuentro para artistas, escritores y músicos, y se caracterizaba por su atmósfera relajada y su excelente café. Aunque ya no está en activo, su espíritu sigue vivo en la memoria de aquellos que lo visitaron en su época dorada.
Café Suizo
El Café Suizo, ubicado en el número 37 de la Plaza del Castillo, es otro de los cafés históricos de la zona. En su momento, fue uno de los lugares favoritos de Ernest Hemingway y sus amigos. En la novela the sun also rises/fiesta, Hemingway menciona el Café Suizo como uno de los puntos de encuentro de los protagonistas.
El Café Suizo se caracteriza por su estilo clásico y su ambiente acogedor. Aquí se puede disfrutar de una amplia variedad de cafés, tés y pastelería, así como de platos típicos de la gastronomía navarra. Además, el café cuenta con una terraza en la plaza, desde donde se puede disfrutar de las vistas y el bullicio característico de la zona.
La Plaza del Castillo y su importancia histórica
La Plaza del Castillo de Pamplona ha sido un punto clave en la historia de la ciudad. Su nombre proviene del castillo que se encontraba en su parte oriental, construido en el siglo XIV. Durante la Edad Media, la plaza cumplió funciones militares y también fue utilizada como mercado y zona de cultivo.
A lo largo de los siglos, la Plaza del Castillo se fue incorporando a la vida urbana de Pamplona y se convirtió en un espacio de ocio y espectáculos. Aquí se celebraban justas y corridas de toros, y posteriormente se instalaron cafés y otros establecimientos que se convirtieron en puntos de encuentro para la sociedad pamplonesa.
El legado de Ernest Hemingway
Ernest Hemingway, uno de los escritores más reconocidos del siglo XX, dejó una profunda huella en la Plaza del Castillo de Pamplona. El autor visitó la ciudad en varias ocasiones y se enamoró de su ambiente festivo y su cultura taurina. En su novela the sun also rises/fiesta, Hemingway menciona la Plaza del Castillo y los cafés que la rodean como escenarios importantes de la historia.
El legado de Hemingway se mantiene vivo en la memoria de los pamploneses y en la tradición de la ciudad. Los cafés que el escritor frecuentó, como el Café Bar Torino, el Café Kutz y el Café Suizo, siguen siendo lugares de referencia para los amantes del buen café y la cultura.
La Plaza del Castillo de Pamplona es un lugar cargado de historia y tradición. En ella se encuentran tres cafés emblemáticos: Café Bar Torino, Café Kutz y Café Suizo. Estos establecimientos han sido testigos de importantes acontecimientos y han dejado una huella imborrable en la cultura y el ambiente de la plaza. Visitar estos cafés es adentrarse en la historia de Pamplona y disfrutar de la esencia de la ciudad.