En la región de Chanchamayo, cerca de la amazonía peruana, se encuentra uno de los animales responsables de producir el café más caro del entorno. Se trata del coatí, también conocido como mishasho, un pequeño roedor que tiene la peculiaridad de fermentar los granos de café en su sistema digestivo antes de ser expulsados.
El proceso de fermentación del café en el coatí
El coatí pasa gran parte de su día alimentándose de los frutos del café. Lo que este animal no sabe es que los granos que procesa en su cuerpo se han convertido en un producto extremadamente valioso en el mercado. Después de consumir los frutos, los granos pasan por un proceso de fermentación en su tracto intestinal durante aproximadamente cuatro a seis horas.
Una vez que el coatí ha defecado los granos fermentados, estos son recolectados y sometidos a un proceso de lavado para eliminar cualquier residuo. Luego, se les retira la segunda capa de la cascarilla y se procede a tostar y moler los granos, obteniendo así el café final.
El valor del café fermentado por el coatí
El café producido por el coatí tiene un valor excepcional en el mercado debido a su proceso de fermentación natural en el aparato digestivo del animal. Mientras que los agricultores utilizan máquinas para procesar grandes volúmenes de café, el coatí lo hace de manera natural, lo que le otorga al grano un sabor y aroma únicos.
Según José Jorge, gerente de Highland Coffe, una de las razones por las que el café producido por el coatí es tan valioso es que no tiene acidez y no amarga al ser consumido. Esto lo convierte en un café muy apreciado por los sibaritas y se vende a precios muy altos en Europa, Arabia Saudí y Estados Unidos.
El precio de este café orgánico puede llegar a ser de hasta 140 dólares por 100 gramos y 400 dólares por kilo. Cada coatí procesa alrededor de 25 gramos de café al día, lo que hace que la producción sea limitada y exclusiva.
Otros animales que fermentan el café
Perú no es el único país donde se produce el café fermentado por animales. En las islas indonesias de Sumatra, Java y Sulawesi, así como en Filipinas, Vietnam y algunas zonas del sur de la India, la civeta también es conocida por producir granos de café de este tipo.
Un ejemplo famoso es el Kopi Luwak, un café proveniente de las semillas que han sido ingeridas y defecadas por la civeta. Estos granos, aunque no han sido digeridos, han sido fermentados, lo que le otorga al café un aroma con reminiscencias terrosas y un sabor suave.
El coatí y la civeta son dos animales que tienen la capacidad de fermentar los granos de café en su sistema digestivo, lo que les confiere un sabor y aroma únicos. Estos cafés son altamente valorados en el mercado debido a su proceso de fermentación natural y su producción limitada.
Si eres un amante del café y estás dispuesto a probar algo diferente y exclusivo, no dudes en probar el café fermentado por el coatí o la civeta. Te aseguramos que será una experiencia única e inigualable.