El café es una bebida muy apreciada en Portugal, donde tomar una bica se ha convertido en un auténtico ritual para los portugueses. Aunque Portugal no cultiva sus propios granos de café, importa granos de alta calidad de países como Brasil y Colombia. La calidad del café portugués se debe al proceso de torrefacción y al cuidado con el que se sirve en las numerosas cafeterías del país.
Historia del café en Portugal
El café llegó a Portugal en el siglo XVIII, cuando Brasil todavía formaba parte del Imperio portugués. En aquel entonces, el café era un producto muy valorado y el militar luso-brasileño Francisco de Mello Palheta fue enviado a la Guayana Francesa con la misión de obtener una planta de café. Según cuenta la historia, Palheta sedujo a la mujer del gobernador y ella le regaló un ramo de flores en el que había escondido una planta de café.
Delta: el líder del café portugués
Delta es la empresa líder en el sector del café en Portugal. Fundada en 1961 por Rui Nabeiro en Campo Maior, Delta se originó a partir del contrabando de café entre Portugal y España durante la posguerra española. La clave del éxito del café portugués radica en la calidad que se busca en todo el proceso de producción. La compañía está presente en 35 países, incluyendo España, Angola y Brasil, y ha expandido su mercado incluso hasta China.
El Centro de Ciencia del Café
Delta ha inaugurado recientemente en Campo Maior el Centro de Ciencia del Café, un museo moderno dedicado a la divulgación y el turismo que celebra el café como algo más que una simple bebida. Los portugueses saben apreciar el café y mantienen el ritual de tomar un café como un acto social. La forma más común de beber café en Portugal es la bica, que es similar al espresso italiano y se sirve en una taza pequeña y estrecha.
El origen de la bica
El término bica se atribuye a una de las cafeterías más famosas de Lisboa, a brasileira, ubicada en el barrio del Chiado. Con la llegada de las máquinas de espresso, los portugueses tuvieron que acostumbrarse a un café más amargo. Para ayudar a endulzar el sabor, a brasileira colocó un cartel en su puerta que decía beba isto com açúcar (beba esto con azúcar), de donde se derivó la palabra bica. Hoy en día, tanto turistas como locales disfrutan de una bica en la terraza de a brasileira acompañados por una estatua de bronce de Fernando Pessoa, uno de los más grandes poetas portugueses.
El café es una parte integral de la cultura portuguesa y la bica es una representación de la pasión y el cuidado que los portugueses ponen en la preparación y el disfrute de esta bebida. La calidad del café portugués, sumada al proceso de torrefacción y al ritual de tomar un café, hacen que la experiencia de tomar una bica sea única en Portugal.