La caries dental es una enfermedad infecciosa que afecta a muchas personas en todo el entorno. Se caracteriza por la destrucción gradual de los dientes debido a la presencia de bacterias y la fermentación de carbohidratos en la boca. La cariogenicidad se refiere a la capacidad de una dieta o alimento para estimular este proceso cariógeno.
Para que se produzca la caries, deben estar presentes varios factores. En primer lugar, la presencia de microorganismos en los dientes, como el Streptococcus mutans y el Lactobacillus casein, que se transmiten a través de la saliva de una persona a otra. Estos microorganismos metabolizan los carbohidratos fermentables presentes en los alimentos, lo que reduce el pH de la boca y crea un ambiente favorable para la caries dental. Además, la estructura y la colocación de los dientes, así como el flujo de saliva, también influyen en el proceso cariógeno.
Existen diferentes grupos de alimentos en términos de su cariogenicidad. Los alimentos cariogénicos son aquellos que contienen carbohidratos fermentables que aumentan la acidez en la boca y estimulan el proceso cariógeno. Algunos ejemplos de alimentos cariogénicos son las bebidas azucaradas, la bollería, las golosinas, el chocolate y el pan de molde.
Por otro lado, los alimentos cariostáticos son aquellos cuyos nutrientes no pueden ser metabolizados por los microorganismos y, por lo tanto, no contribuyen a la caries dental. Ejemplos de alimentos cariostáticos son las carnes, los pescados y los huevos. Incluso el chicle sin azúcar puede tener un efecto cariostático debido a la estimulación de la secreción de saliva.
Finalmente, los alimentos anticariógenos son aquellos que impiden que la placa dental reconozca los alimentos cariogénicos. Algunos ejemplos de alimentos anticariógenos son las gomas de xilitol y los quesos añejos, que contienen calcio, fósforo y caseína.
Objetivos del tratamiento dietético
El tratamiento dietético tiene como objetivo promover el consumo de una dieta equilibrada, integrar prácticas de higiene bucal adecuadas, reducir el consumo de alimentos ricos en carbohidratos fermentables y estimular el consumo de alimentos cariostáticos y anticariógenos.
Recomendaciones dietéticas y consejos prácticos
Tener en cuenta algunas recomendaciones dietéticas y consejos prácticos para prevenir la caries dental y mantener una buena salud bucal:
- Evitar o limitar el consumo de alimentos cariogénicos, como el azúcar, los caramelos, los pasteles, las bebidas azucaradas y los alimentos procesados.
- Consumir alimentos cariostáticos y anticariógenos, como las carnes, los pescados, los huevos y los quesos añejos.
- Masticar chicle sin azúcar con xilitol después de consumir alimentos cariogénicos para estimular la secreción de saliva y neutralizar la acidez en la boca.
- Realizar un cepillado dental al menos dos veces al día y utilizar hilo dental para mantener una buena higiene bucal.
- Utilizar dentífricos fluorados, ya que el flúor es un agente anticaries.
- Enjuagar la boca después de las comidas y los tentempiés.
Recomendaciones dietéticas para niños
En el caso de los niños, es importante seguir algunas recomendaciones dietéticas adicionales:
- Combinar alimentos ricos en proteínas con alimentos ricos en carbohidratos en los tentempiés.
- Estimular el uso de chicles y caramelos sin azúcar después de las comidas o tentempiés (excepto para niños menores de 6 años).
- Limitar el consumo de alimentos ácidos y pegajosos.
- Espaciar las comidas en al menos 2 horas y limitar los tentempiés antes de dormir.
- Evitar el consumo de bebidas deportivas, zumos y sodas ácidas.
Seguir una dieta no cariogénica es fundamental para mantener una buena salud bucal y prevenir la caries dental. Esto implica reducir el consumo de alimentos cariogénicos, aumentar el consumo de alimentos cariostáticos y anticariógenos, y mantener una buena higiene bucal. Siguiendo estas recomendaciones, se puede reducir el riesgo de desarrollar caries dental y disfrutar de una sonrisa saludable.