El café es una de las bebidas más populares y apreciadas en todo el entorno. Su aroma y sabor distintivos hacen que sea la elección perfecta para comenzar el día o disfrutar de un momento de relajación. En este artículo, exploraremos la historia y el legado del café en Costa Rica, específicamente el café Leyenda Costa Rica.
Quién introdujo el café en Costa Rica
La historia del café en Costa Rica se remonta al siglo XVIII, cuando las primeras semillas de la especie Coffea Arábica, variedad Typica, llegaron a la isla Martinica en América. Estas semillas fueron posteriormente sembradas en la provincia de Costa Rica a finales del siglo XVIII. Se cree que fue el Padre Félix Velarde quien se considera el primer sembrador de café en Costa Rica, mencionando que poseía un solar con plantas de café en 181El primer cafetal se encontraba cerca de la Catedral Metropolitana, en el cruce de la Avenida Central y la calle Cero.
Varios factores favorecieron el establecimiento del café en Costa Rica. Los lugares donde se realizaron las primeras plantaciones tenían suelos volcánicos extremadamente fértiles, un clima con una temporada lluviosa y otra seca, y temperaturas favorables durante todo el año para el desarrollo de las plantas de café.
Después de la Independencia de Costa Rica en 1821, los gobiernos municipales fueron los primeros en incentivar el cultivo del café, entregando plantas y concediendo tierras a quienes se interesaban en esta empresa. Los Jefes de Estado Juan Mora Fernández y Braulio Carrillo también apoyaron la actividad cafetalera, viendo en el café un producto que generaría un movimiento económico beneficioso para el país.
La exportación del café
La consolidación del café como producto de exportación en Costa Rica tomó algunas décadas. Durante este tiempo, las autoridades tomaron medidas para impulsar la industria cafetalera, incluyendo la distribución gratuita de plantas de café, la exención del pago de impuestos y la concesión de tierras baldías para el cultivo de café.
La exportación del café comenzó en 1832, cuando el señor George Stiepel hizo su primera venta a través de Chile. El comercio del café con Europa se consolidó en la década de 1840, cuando el inglés William Lacheur negoció la compra de la cosecha de uno de los principales cafetaleros de la época, don Santiago Fernández Hidalgo. A partir de ese momento, el café de Costa Rica comenzó a tener presencia en el mercado internacional.
El café de Costa Rica se exportaba con marcas reconocidas que bautizaban su propio producto según su gusto. La calidad del grano de café costarricense era tan alta que no necesitaba de una gran promoción para su colocación en los mercados internacionales. Esto se debía a las técnicas de beneficiado y al continuo mejoramiento de la calidad del café.
El tipo de cafetos
En cuanto a las variedades de café utilizadas en Costa Rica, en un principio se cultivaba principalmente la variedad Typica o criollo Arabica. Esta variedad se caracterizaba por su porte alto y una productividad elevada. Sin embargo, también se establecieron plantaciones con sombra desde el siglo XIX hasta la actualidad. Con el tiempo, se introdujeron otras variedades como el Borbón, el híbrido tico y las variedades Caturra y Catuaí.
La tecnología de producción del café en Costa Rica ha evolucionado a lo largo del tiempo. Se ha pasado de una forma extensiva de cultivo a una intensiva, lo que ha generado una mayor productividad por unidad cultivada. Se han implementado técnicas de fertilización y control de plagas y enfermedades para mejorar la calidad y el rendimiento del café.
El café Leyenda Costa Rica tiene una historia rica y un legado duradero en la industria cafetalera de Costa Rica. Desde su introducción en el siglo XVIII hasta la consolidación como producto de exportación, el café ha dejado una huella significativa en la economía y la cultura de Costa Rica. La calidad del grano de café costarricense, junto con las técnicas de beneficiado y el continuo mejoramiento genético, han hecho que el café de Costa Rica sea reconocido y apreciado en todo el entorno.