El café junto con el té son las dos bebidas más consumidas en todo el entorno. Si bien es cierto que el café tiene propiedades muy interesantes a nivel antioxidante gracias a sus polifenoles, metilxantinas y catequinas, su verdadero atractivo está en la cafeína que aporta, es decir, en su capacidad estimulante. De hecho, muchas personas en todo el entorno empiezan el día con una taza de café tanto como ritual como para deshacerse de la somnolencia.
Por otra parte, hay personas que por sus circunstancias o genética prefieren optar por la versión descafeinada.
¿Cuál debería elegir si lo que busco es salud?
En términos de salud, tanto el café con cafeína como su versión descafeinada aportan prácticamente los mismos beneficios. Dicho de otra manera, el proceso a través del cual se elimina (no en su totalidad) la cafeína del café puro, no arrastra consigo a sus antioxidantes.
Así pues, si bebes café pero te molesta o te sienta mal la cafeína, puedes pasarte sin problema al descafeinado y seguir experimentando sus beneficios tanto a nivel antioxidante como a nivel intestinal, dado que también actúa como prebiótico para tus bacterias intestinales.
¿Qué razones podrían justificar reducir el consumo de cafeína?
Desde estar embarazada o en lactancia hasta estar pasando por un episodio de ansiedad. También puede ser simplemente que una persona haya notado que la cafeína le sienta mal, ya sea a nivel de nerviosismo, náuseas o insomnio. Por último, puede resultar también que una persona desee alejarse de la cafeína por una cuestión de logística, es decir, que por horarios no le convenga tomar café con cafeína por su cercanía a sus horas de sueño. Al final hay que tener en cuenta que la cafeína dura de media en sangre unas 6-9 horas.
Finalmente, también hay que decir que la cafeína genera tolerancia por lo que cada vez necesitas más dosis para producir los mismos efectos. Puede haber personas que deseen interrumpir temporalmente su consumo de cafeína simplemente para resetear su tolerancia a la cafeína y empezar desde cero. Con siete días puede ser suficiente.
¿Hay personas que por genética deban evitar la cafeína?
Tal y como comentábamos, puede haber personas que por su herencia genética no metabolicen del todo bien la cafeína y que sean aquellas que suelen sufrir nerviosismo o incluso náuseas.
Esto viene provocado por el gen y la enzima del mismo nombre CYP1A
Hay personas que heredan dos copias de la variante rápida del gen y que por lo tanto metabolizan la cafeína unas cuatro veces más rápido que los que heredan una o dos copias de la variante lenta.
Dentro de este campo, el investigador Ahmed el Sohemy descubrió que los metabolizadores lentos que consumían café tenían un mayor riesgo de infarto.
Tanto el café con cafeína como el descafeinado pueden ser opciones saludables, dependiendo de las circunstancias y preferencias de cada persona. Ambas versiones ofrecen beneficios antioxidantes y pueden actuar como prebióticos para las bacterias intestinales. Sin embargo, si se presentan problemas de tolerancia a la cafeína, embarazo, lactancia o episodios de ansiedad, puede ser recomendable optar por el café descafeinado.