Por qué el café te despierta: efectos de la cafeína en el cerebro

El café y el té son dos de las bebidas más populares en todo el entorno, y esto se debe en gran parte a su capacidad para mantenernos despiertos, alerta y concentrados. Pero, ¿por qué la cafeína en estas bebidas nos mantiene despiertos y concentrados? ¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando consumimos café, té u otras bebidas con cafeína?

Índice
  1. Luchando contra la Adenosina
  2. Una dosis de adrenalina y dopamina
  3. ¿Se puede consumir demasiada cafeína?
  4. ¿Cuánta cafeína hay en una taza de café?
  5. ¿Por qué el café ya no me despierta?

Luchando contra la Adenosina

Nuestro cuerpo utiliza una sustancia química llamada adenosina para regular nuestro ciclo diario. A medida que pasa el tiempo y el día avanza, la adenosina se acumula en nuestro cerebro, lo que nos hace sentir cada vez más cansados. Al dormir, nos liberamos de la adenosina y comenzamos un nuevo ciclo al día siguiente.

Curiosamente, la cafeína tiene una estructura molecular muy similar a la adenosina. Cuando consumimos café y la cafeína llega a nuestro cerebro, bloquea los receptores de adenosina, evitando así que esta se acumule y posponiendo la sensación de cansancio.

Sin embargo, con el consumo prolongado de bebidas con cafeína, nuestro cerebro responde creando más receptores de adenosina. Esto explica por qué cada vez necesitamos más tazas de café para mantenernos despiertos por la tarde o por qué nos sentimos más cansados si nos saltamos el café, ya que ahora la adenosina tiene más receptores en los que acumularse.

Una dosis de adrenalina y dopamina

Bloquear los receptores de adenosina no es la única acción que realiza la cafeína en nuestro organismo. También estimula la secreción de adrenalina, lo que aumenta el ritmo cardíaco, la tensión arterial y abre nuestras vías respiratorias.

La cafeína también afecta los niveles de dopamina, impidiendo su reabsorción en el cerebro. Esto nos hace sentir felices, literalmente. Sin embargo, al mismo tiempo, este aumento de dopamina es lo que hace que la cafeína sea moderadamente adictiva. De hecho, sus efectos son similares a los de la cocaína, aunque en un grado mucho menor.

¿Se puede consumir demasiada cafeína?

Como en todo en la vida, el exceso puede resultar perjudicial. Si bien es cierto que se puede consumir demasiada agua, también existe una dosis letal de cafeína, aproximadamente 150 mg por kilogramo de peso de la persona que la consume. Teniendo en cuenta que una taza de café contiene alrededor de 150 mg de cafeína, tendríamos que beber nuestro peso en tazas de café para alcanzar esa cantidad.

Una persona promedio que pesa 70 kg tendría que beber 70 tazas de café para intoxicarse, lo cual es técnicamente imposible, ya que no cabe tanto líquido en nuestro estómago. Sería aún más difícil alcanzar esa cantidad con bebidas como el té o los refrescos con cafeína. Sin embargo, si tienes curiosidad, puedes calcular la cantidad exacta de cafeína que sería letal para ti.

Además, tendríamos que beber todas esas tazas de café de una sola vez, ya que la cafeína tiene una vida media de aproximadamente tres horas. Después de ese tiempo, la concentración de cafeína en nuestro cuerpo se reduce a la mitad, y a una cuarta parte a las seis horas. Esto explica por qué necesitamos una segunda taza de café a mitad de la jornada laboral.

Aunque no podemos morir por consumir demasiado café, eso no significa que consumir demasiada cafeína no sea perjudicial. Ya hemos visto que afecta a nuestro corazón y a nuestra presión arterial, que es adictiva y que su efectividad disminuye con el consumo prolongado, lo que nos obliga a aumentar la dosis. Por lo tanto, se recomienda un consumo moderado.

¿Eres de los que necesitan una taza de café para comenzar el día? ¿Antes eso era suficiente, pero ahora ya no? Tal vez tu cuerpo te esté diciendo algo.

Antes de comenzar, es importante hacer una distinción entre el café y la cafeína.

El café es la bebida que todos conocemos, proveniente de varias plantas del género Coffea. Se considera un estimulante, ya que ayuda a combatir el sueño y mantenernos alerta. Esto lo ha convertido en una de las bebidas más consumidas en todo el entorno, muchas veces solo superada por el agua.

La cafeína, por otro lado, es una sustancia que se encuentra de forma natural en más de 60 plantas, incluyendo los granos de café y el cacao. La cafeína tiene muchos efectos en el metabolismo del cuerpo, entre ellos, estimular el sistema nervioso central, lo que genera una sensación de estar más despierto y con energía. También tiene un efecto diurético, lo que significa que el cuerpo elimina el exceso de agua y sal a través de la orina. Además, la cafeína sintética se añade a varios medicamentos, como analgésicos, y se encuentra en bebidas energéticas.

¿Cuánta cafeína hay en una taza de café?

Según el portal médico The New England Journal of Medicine, una taza de café americano de 12 onzas (aproximadamente 354 ml) contiene alrededor de 150 mg de cafeína. La cantidad recomendada de cafeína para un adulto sano es de entre 400 y 500 mg al día, lo que equivale aproximadamente a 4 tazas de café o 10 latas de refresco.

Si consumes más de 5 tazas de café al día, los efectos en tu cuerpo pueden incluir inquietud, temblores, insomnio, dolores de cabeza, mareos y ritmo cardíaco rápido o anormal, entre otros.

¿Por qué el café ya no me despierta?

La cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cuerpo. La adenosina controla el sueño y tiene un efecto sedante en la actividad neuronal, por lo que consumir café o bebidas energéticas genera un estado de alerta en el cuerpo.

Si la cafeína ya no tiene el efecto deseado, es posible que tu cuerpo haya desarrollado tolerancia a la cafeína. Si consumes café de forma constante, los receptores de adenosina aumentarán su producción y, poco a poco, los efectos de la cafeína serán menores o nulos en tu cuerpo.

Si esto sucede, lo mejor es tomar un descanso del café para permitir que los receptores vuelvan a la normalidad.

No solo el café contiene cafeína

Además del café, hay otras bebidas que contienen cafeína en mayor o menor medida, como las bebidas energéticas, los refrescos de cola y diferentes tipos de té, como el té matcha o el té blanco.

Alternativas al café

Si estás buscando una opción alternativa al café convencional, puedes probar el café descafeinado, que contiene mucha menos cafeína y tiene un sabor similar. Si prefieres opciones fuera del café, el té chai es un gran sustituto, ya que tiene menos cafeína pero mantiene los efectos de alerta mental. Lo mismo ocurre con el té verde, que mantiene el efecto estimulante pero reduce la ingesta de cafeína.

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