La chicorée es una planta medicinal que se ha utilizado durante 000 años, mucho antes de que se consumiera como sustituto del café. Tiene propiedades tónicas, depurativas y ligeramente laxantes, y ayuda a combatir los trastornos gastrointestinales y las indigestiones. También tiene un efecto positivo en el sistema biliar y propiedades prebióticas en el intestino. Uno de los componentes de su raíz, la inulina, es particularmente interesante para los investigadores.
- Beneficios medicinales de la chicorée
- Historia de la chicorée en la fitoterapia
- Descripción botánica de la chicorée
- Composición de la chicorée
- Uso y dosificación de la chicorée
- Precauciones y contraindicaciones de la chicorée
- Interacciones con otras plantas medicinales o suplementos
- Interacciones con medicamentos
- Opinión médica
- Investigación sobre la chicorée
Beneficios medicinales de la chicorée
La chicorée es especialmente recomendada en casos de dispepsia, que son trastornos digestivos acompañados de náuseas, distensión abdominal y dolor. También es útil para abrir el apetito y aliviar la indigestión. Además, tiene propiedades prebióticas que ayudan a mantener un intestino saludable y proteger contra infecciones y alergias.
En uso externo, las hojas de chicorée trituradas se utilizan para tratar la inflamación ocular y para hidratar la piel seca o irritada.
Indicaciones terapéuticas comunes
La chicorée es útil en el tratamiento de trastornos gastrointestinales como dolor, náuseas, indigestión, pérdida de apetito, así como en el buen funcionamiento del sistema gastrointestinal.
Además, puede ayudar a facilitar la producción de bilis y se recomienda en casos de trastornos hepáticos o cálculos biliares. También tiene propiedades diuréticas que ayudan a aliviar la inflamación del tracto urinario. En uso externo, las hojas de chicorée tienen propiedades antiinflamatorias.
Historia de la chicorée en la fitoterapia
Nuestros antepasados ya utilizaban la chicorée con fines medicinales hace 000 años, principalmente para tratar trastornos digestivos. En la Edad Media, se consideraba una planta afrodisíaca y se utilizaba para calmar los deseos sexuales. Además de este uso peculiar, las raíces de chicorée también se utilizaban para tratar otras afecciones como ictericia, angina de pecho y congestión hepática. En el siglo XVII, se descubrió el proceso de tostado de la chicorée y, a principios del siglo XIX, Napoleón I bloqueó los barcos ingleses que transportaban café para arruinar la economía británica, lo que llevó a su uso como sustituto del café. La chicorée es ampliamente consumida en Europa y tiene un alto contenido de provitamina A, vitaminas B y C, así como sales minerales.
Descripción botánica de la chicorée
La chicorée es una hierba con una raíz pivotante que crece en Europa, el norte de África y Asia. Tiene hojas basales, intermedias y superiores en forma alargada en un tallo angular. Las flores de la chicorée son de color azul y cambian a azul claro y rosa dependiendo de la hora del día. Se abren bajo el sol y se cierran en días nublados o durante la noche, lo cual es importante para su recolección con fines medicinales. Varias variedades de chicorée también se cultivan con fines alimentarios. En estado silvestre, la chicorée crece fácilmente en prados, zanjas y bordes de campos.
Composición de la chicorée
En fitoterapia, se utilizan la raíz y las partes aéreas de la chicorée, siempre y cuando se recojan antes de que las flores se abran.
Los principios activos de la chicorée incluyen principios amargos, taninos, inulina, glucósidos, arginina y colina.
Uso y dosificación de la chicorée
La chicorée se puede consumir en infusión. Para esto, se recomienda verter de 1 a 2 cucharadas de hojas y raíces picadas en una taza de agua y dejar reposar durante unos quince minutos. La dosis recomendada en caso de trastornos digestivos es de 2 a 3 tazas al día.
Para abrir el apetito, se puede beber una taza de 1,5 g de chicorée infusionada en 150 ml de agua caliente antes de las comidas. El jugo de chicorée se puede tomar una cucharada diluida en medio vaso de agua, por la mañana y por la noche.
En uso externo, se puede preparar una loción suavizante de chicorée de la misma manera que la infusión, duplicando la cantidad de hojas y raíces secas.
Precauciones y contraindicaciones de la chicorée
La chicorée no debe consumirse en dosis demasiado altas, ya que puede ser perjudicial para el hígado. Algunas personas alérgicas a las plantas de la familia de las compuestas también pueden ser sensibles a los componentes de la chicorée. Se han reportado casos de alergia a la inulina.
La chicorée está contraindicada en personas alérgicas a alguno de sus componentes, pero no debe confundirse con el polen de la planta.
La inulina contenida en la raíz de la chicorée puede causar hinchazón, calambres o diarrea si se consume en dosis diarias superiores a 20 g. Esta fibra también puede causar flatulencia. No se conocen efectos adversos en las hojas de chicorée.
Interacciones con otras plantas medicinales o suplementos
No se conocen interacciones.
Interacciones con medicamentos
No se conocen interacciones.
Opinión médica
La chicorée tiene propiedades apetitosas y digestivas, por lo que se recomienda incluirla en nuestra dieta diaria. Consumida en infusión, es útil para aliviar la indigestión y otros trastornos digestivos leves. También tiene propiedades prebióticas que ayudan a prevenir infecciones. Además, es un excelente sustituto del café y ayuda a limitar la ingesta de cafeína. Es una planta con múltiples beneficios, aunque no presenta cualidades antidiabéticas probadas.
Es importante consultar a un médico si se experimentan dolores de estómago persistentes para descartar posibles lesiones orgánicas.
Investigación sobre la chicorée
Las investigaciones científicas se centran principalmente en la inulina, una fibra presente en la raíz de la chicorée. Se ha demostrado que la inulina reduce los niveles de lípidos en sangre, como el colesterol y los triglicéridos. Aunque los ensayos clínicos no han sido concluyentes en personas sanas, sí han mostrado resultados positivos en pacientes con niveles de lípidos ya elevados. Además, la inulina puede favorecer la absorción de minerales como el magnesio y el calcio, y proteger la salud ósea. También se están llevando a cabo estudios en esta dirección.