Cómo cosechar café para obtener granos de alta calidad

La cosecha del café es un proceso que requiere de cuidado y atención para obtener granos de alta calidad. A diferencia de otros cultivos, el café no puede ser recolectado de manera mecánica, sino que debe ser cosechado a mano para asegurar que las cerezas estén en el punto de maduración adecuado. Esto garantiza que el café tenga un sabor y aroma óptimos. A continuación, te explicaremos cómo se lleva a cabo la cosecha del café.

Índice
  1. Determinar el momento de la cosecha
  2. Recolectar las cerezas
  3. Clasificar las cerezas
  4. Secar los granos
  5. Almacenar el café
  6. Madurar el café
  7. Tostar el café

Determinar el momento de la cosecha

La cosecha del café se realiza cuando las cerezas están maduras. Esto se determina observando el color de las cerezas, que deben estar en un tono rojo intenso. Además, se realiza una prueba de madurez llamada pulpa y pizca, en la cual se presiona ligeramente la cereza y se retira la piel exterior para verificar el color y consistencia de los granos de café. Si los granos están verdes o amarillos, significa que aún no están maduros y no deben ser cosechados.

Recolectar las cerezas

La recolección del café se realiza de manera manual, utilizando las manos o herramientas como peines o ganchos especiales. Los recolectores deben ser cuidadosos al manipular las cerezas para evitar dañar el cafeto. Se recomienda recolectar solo las cerezas maduras y dejar las verdes en la planta para que continúen madurando. Este proceso puede ser laborioso y requiere de mano de obra calificada.

Clasificar las cerezas

Una vez recolectadas, las cerezas de café se clasifican para separar las que estén dañadas o en mal estado. Esta clasificación se realiza tanto por procedencia como por tamaño. En este proceso, también se elimina la pulpa exterior de las cerezas y se separan los granos de café. En la industria cafetalera, este proceso suele ser mecanizado, pero aún requiere de personal humano para garantizar la calidad de los granos.

Secar los granos

Después de clasificar los granos, es necesario secarlos para garantizar su conservación y calidad. Para ello, se pueden utilizar diferentes métodos, como la exposición al sol o el uso de secadoras mecánicas. El objetivo es reducir la humedad de los granos hasta alcanzar un nivel óptimo para su almacenamiento. Un exceso de humedad puede provocar la aparición de hongos y malos olores en los granos.

Almacenar el café

Una vez secos, los granos de café se almacenan en sacos de yute, que permiten una ventilación adecuada. Estos sacos suelen tener un tamaño de 70 kg, lo que facilita su almacenamiento y transporte. Es importante asegurarse de que los granos estén almacenados en condiciones óptimas de humedad, alrededor del 12%, para evitar problemas de deterioro. Un cuidadoso control de temperatura y humedad es fundamental para preservar la calidad del café.

Madurar el café

Aunque en los últimos años ha surgido la tendencia del café verde, el café tradicional requiere de un periodo de maduración o envejecimiento para desarrollar su sabor característico. Este proceso se basa en la tradición histórica de envejecer el café para obtener un sabor que se adapte a los gustos europeos. Durante este periodo, el café se almacena en almacenes cercanos a zonas marítimas o portuarias, donde recibe la brisa marina que le proporciona un sabor particular.

Tostar el café

Finalmente, los granos de café se tuestan para intensificar su aroma, sabor y obtener nuevos matices. El proceso de tostado se lleva a cabo en hornos especiales a altas temperaturas. A medida que los granos se calientan, cambian de color y liberan aceites que aportan sabor al café. El grado de tueste puede variar y determina el sabor y características del café.

La cosecha del café es un proceso laborioso y minucioso que requiere de mano de obra calificada para obtener granos de alta calidad. Desde determinar el momento adecuado de la cosecha, hasta clasificar, secar y tostar los granos, cada etapa es fundamental para obtener un café con un sabor y aroma excepcionales. Ahora que conoces todo el proceso, podrás apreciar aún más tu taza de café cada mañana.

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