El kopi luwak es considerado como el café más caro del entorno. Sin embargo, detrás de su exclusividad y precio elevado se esconde una realidad alarmante: la explotación y maltrato de civetas, pequeños mamíferos con forma de felinos, que son obligados a ingerir granos de café para producir este tipo de café tan codiciado.
¿Cómo se produce el café de civeta?
El proceso de producción del café de civeta, también conocido como kopi luwak, es bastante particular. Consiste en recolectar los granos de café que han sido ingeridos por las civetas y posteriormente excretados en sus heces. Estos granos parcialmente digeridos son recogidos y utilizados para la elaboración del café.
En países como Indonesia, las civetas son mantenidas en pequeñas jaulas metálicas, donde son obligadas a consumir grandes cantidades de granos de café. Estos animales se encuentran estresados, aterrorizados y desesperados por escapar de estas condiciones de vida tan precarias. Su única función es producir las heces que serán utilizadas para la producción del kopi luwak.
Es importante destacar que el café kopi luwak, en indonesio, significa café de caca de gato. También es conocido como café de estiércol de zorro en Vietnam y kape alamid en Filipinas.
La explotación de una especie protegida
La civeta de las palmeras común, una especie de pequeño mamífero con forma de felino, es la principal especie utilizada en la producción del kopi luwak. Sin embargo, esta especie está protegida por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
A pesar de esta protección legal, activistas de PETA Asia han demostrado con imágenes que cientos de civetas son capturadas de la naturaleza, enjauladas y maltratadas en granjas en Bali. Estos animales son sometidos a condiciones de vida insalubres, sin un lugar adecuado para descansar y sin recibir atención veterinaria.
Los investigadores de PETA han encontrado civetas en jaulas incrustadas con heces y otras inmundicias. Muchas de ellas presentan heridas abiertas y sangrientas, y están perdiendo su pelaje debido a la desnutrición. Todo esto con el único propósito de producir el codiciado café kopi luwak.
Acabar con un comercio injusto
PETA Asia ha lanzado una campaña internacional para concienciar a los consumidores y a las empresas comercializadoras sobre la crueldad detrás de la producción del kopi luwak. Aunque algunas empresas han decidido dejar de vender este tipo de café, aún existen distribuidores en países como Japón que continúan beneficiándose de la miseria de los animales.
La campaña de PETA denuncia que algunos productores etiquetan erróneamente los granos de café de civetas cautivas como de origen silvestre, engañando a los clientes y minoristas. Además, se destaca que sería imposible obtener suficientes granos de café de civetas en su medio natural para abastecer el mercado mundial.
El kopi luwak no es un manjar, sino una vergüenza. Es importante tomar conciencia sobre la crueldad detrás de su producción y no contribuir a este comercio injusto. No importa en qué país te encuentres ni qué garantías te hayan dado, no compres ni bebas café kopi luwak.