En este artículo vamos a hablar de cómo lograr una leche cremosa que te permita preparar el café con leche o capuchino perfecto. La clave para obtener lo que comúnmente se conoce como espuma de leche, y que en realidad es una crema, es que esta sea consistente y no se desmorone fácilmente. La espuma de leche es un elemento esencial en muchas preparaciones de café, y no podrás hacer un buen capuchino o café con leche sin conseguir esa textura cremosa que tanto aman los clientes.
¿Qué es cremar leche?
Cremar leche es la acción de inyectar aire caliente a presión en la leche, con el objetivo de generar pequeñas burbujas o micro-burbujas que le den una textura de crema o espuma. Estas burbujas deben ser muy pequeñas para que la espuma sea densa y perfecta para hacer un buen café con leche. Algunas personas diferencian entre emulsionar, cremar o espumar leche, pero en esencia producen los mismos resultados: una textura cremosa y consistente.
¿Qué leche utilizar?
Para obtener una buena espuma, es mejor utilizar leche pasteurizada en lugar de leche UHT. La leche pasteurizada se calienta a 72 grados durante 15 ó 20 segundos y se enfría rápidamente a 4 grados. Este proceso conserva la leche solo por unos días, pero mantiene su sabor más similar al de la leche cruda y evita la caramelización de los azúcares. Por otro lado, la leche UHT se calienta a 150 grados y se enfría a 4 grados, lo que permite conservarla durante meses pero modifica mucho su sabor.
Es recomendable utilizar leche fría para obtener una mejor crema de leche. Además, se sugiere utilizar leche desnatada o semi-desnatada, ya que la superficie de micro-burbujas que se forma en la leche es una cadena de proteínas, y lograrla con leche entera es más complicado aunque el resultado será más cremoso. Sin embargo, un barista profesional puede obtener buenos resultados con cualquier tipo de leche.
Herramientas necesarias para cremar la leche
Para espumar la leche, necesitarás los siguientes utensilios:
- Una jarra de leche de acero inoxidable.
- Leche, preferentemente desnatada o semi-desnatada.
- Un termómetro de barista.
- Un paño húmedo para limpiar la lanza de vapor después de cada uso.
- La lanza de vapor de tu máquina de café profesional.
Proceso para cremar la leche
Antes de comenzar, tener en cuenta que la leche ganará volumen al espumarse, por lo que debes calcular cuidadosamente la cantidad de leche que necesitarás para tus cafés con leche o capuchinos y elegir una jarra acorde a ello.
- Llena la jarra hasta 1/3 de su capacidad con leche. Esto te permitirá controlar el espumado.
- La jarra y la leche deben estar lo más frías posible.
- Abre el vaporizador para expulsar el agua condensada en su interior.
- Coloca el termómetro en la jarra para controlar la temperatura.
- Introduce la lanza de vapor en la jarra a 1,5 cm por debajo de la superficie de la leche.
- Asegúrate de que la lanza esté frente a ti y a un ángulo de 20-30 grados.
- Aplica la presión necesaria para cremar la leche y genera un remolino en la jarra.
- Mantén el movimiento hasta que la leche haya doblado su volumen.
- Controla la temperatura y apaga la lanza cuando la leche esté a unos 60 °C.
- Limpia la lanza de vapor con un paño húmedo después de cada uso.
- Remueve la leche para eliminar burbujas de aire excesivamente grandes.
Recuerda que ningún café con leche o capuchino estará perfecto sin una buena parte de café expreso. Por lo tanto, es importante que también prepares el café correctamente.
La leche cremosa es esencial para lograr un café con leche o capuchino perfecto. Siguiendo los pasos adecuados y utilizando los utensilios necesarios, podrás obtener una espuma consistente y deliciosa. Recuerda que la calidad de la leche y su temperatura son factores clave en este proceso. ¡Disfruta de tu café cremoso!