Ubicado en la esquina de Avenida Quintana y Roberto Ortíz, el café bar La Biela es un lugar emblemático de la ciudad de Buenos Aires. A lo largo de sus más de 200 años de historia, ha sido testigo de encuentros entre personalidades de la cultura, la literatura, el deporte, el arte, la política y el espectáculo. Sin embargo, en la actualidad, el bar se enfrenta a uno de sus mayores desafíos debido a la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19 y a una cuarentena que ya lleva más de 4 meses.
Desde su fundación en 1820 como pulpería, La Biela ha pasado por diversas etapas y ha enfrentado numerosas crisis a lo largo de su historia. Sin embargo, el propietario actual, el empresario español Carlos Gutiérrez, afirma que la situación actual supera incluso a la crisis de 200Durante esa época, el turismo setutorial fluyendo y los comercios permanecían abiertos, lo que permitió que el bar pudiera sobrevivir sin ayuda del Gobierno. En cambio, en la situación actual, La Biela se ve obligado a cerrar sus puertas y solo puede ofrecer servicio de delivery, lo cual no es económicamente rentable.
El delivery y el servicio de take-away representan aproximadamente un 8% de la facturación total del bar, lo cual no es suficiente para cubrir los gastos fijos y los sueldos de los 54 empleados que trabajan en el lugar. Aunque se ha solicitado el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) del Gobierno, esta ayuda solo cubre el 50% de los sueldos, dejando al bar con la responsabilidad de cubrir el resto. Además, los gastos fijos como la luz, el gas y el agua siguen siendo una carga para el negocio, ya que deben pagarse independientemente de si el local está abierto o cerrado.
El futuro incierto de La Biela
Ante esta situación, Gutiérrez y su equipo han pedido medidas económicas y financieras que ayuden al sector gastronómico a sobrevivir hasta que la situación se normalice. Entre estas medidas se encuentran una ayuda social que cubra los sueldos en un 50%, una reducción de impuestos como el IVA y los Ingresos Brutos, y un plan de condonaciones. Sin estas medidas, muchos locales no podrán sobrevivir y se sumarán a la lista de los que ya han cerrado sus puertas.
La Biela ha elaborado un protocolo para poder reabrir en agosto y ofrecer servicio en las mesas ubicadas en la vereda. Sin embargo, el propietario señala que esta medida puede no ser suficiente, ya que estamos en invierno y la gente tendrá que servirse su pedido por sí misma. Además, la falta de turismo, que representa entre un 50% y un 60% del consumo en la Ciudad de Buenos Aires, también afectará la facturación del bar.
En cuanto a la pregunta más frecuente de los clientes que solicitan delivery, Gutiérrez destaca que la gente confía en el servicio que ofrecen, ya que conocen la responsabilidad y el cumplimiento de los protocolos de prevención que el bar ha implementado.
La esperanza de seguir adelante
A pesar de la difícil situación, Gutiérrez afirma que cerrar el local no está en sus planes, ya que sería un golpe anímico y un fracaso después de más de 50 años de trabajo. Sin embargo, espera que se tomen medidas de ayuda concretas que permitan a los locales gastronómicos sobrevivir y recuperarse económicamente. Además, destaca la importancia de preservar tanto la parte económica como la anímica de los negocios y de la sociedad en general.
El café bar La Biela es un ícono histórico de la ciudad de Buenos Aires que se encuentra en medio de una crisis económica sin precedentes debido a la pandemia de COVID-1A pesar de los desafíos, el propietario y su equipo están luchando para mantener el negocio a flote y esperan que se tomen medidas de ayuda que permitan a los locales gastronómicos sobrevivir y recuperarse en el futuro.